top of page
_MG_8284.jpg

Alfredo Castañeda Iturbide nació en La Ciudad de México el 18 de Febrero de 1938, hijo de Alfredo Castañeda Andrés y de Clara Iturbide Oseguera, vivió en casa del abuelo paterno rodeado de personas para las que dibujar y pintar era parte de su vida diaria, era una forma de convivir. Su familia acostumbrada a ir a los toros, al regresar a casa se ponían a hacer dibujos de la mejor faena de la tarde; buscando plasmar el ángulo más espectacular. Alfredo, aún niño, se mantenía atento observando el sentido expresivo de la pintura. Cuando despertó en él el interés por la pintura, sus padres lo aceptaron con naturalidad, pensando que como era el caso de los demás familiares se trataría de un pasatiempo, tomó clases con su tío Ignacio Iturbide durante un año, de dibujo al carbón y acuarela.

 

Mas tarde conoció al pintor valenciano Ruano LLopis, conocido por sus temas taurinos. Posteriormente, en plena adolescencia, Alfredo conoció al pintor español José Bardasano, quien había llegado a México como refugiado de la Guerra Civil Española. Alfredo llegó a su taller con tan buenas bases que al ver el maestro sus avances, así de exigente como era Bardasano, cuyos alumnos pasaban meses dibujando, por no decir años, aceptó ponerlo a pintar directamente en el óleo. “Con él aprendí a ver todos los colores que contenían las cosas; pude ver en las sombras de la tierra los verdes, los violetas, los azules, los amarillos. Eran colores que yo no había visto nunca... Él me obligaba a hacer las cosas como él quería, pero yo nunca quise ser ‘bardasanito’. Había mucho que aprender con él, y así lo hice, luego me retiré. Entonces conocí a otro pintor español, Arturo Souto. Frecuentaba su taller, pero con él no fui su alumno; fui su amigo.

Él era amigo de poetas, de fotógrafos, intelectuales y, más bien, nos poníamos a hablar de literatura, de filosofía, y respecto a la pintura cada quien hacía lo suyo”. En 1956 Alfredo ingresa a la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México. No era que tuviera particular entusiasmo por la arquitectura, pero al escuchar los consejos de su padre se despertó en él cierto interés, y en un momento llegó a pensar que ese podía ser su camino. En esos años la pintura se mantiene como una escapatoria personal. En la escuela de Arquitectura, que aún no se constituía como facultad, Alfredo conoció al arquitecto, pintor y escultor de origen alemán Matías Goeritz. Y recordando aquellos años, comenta: “Matías Goeritz me abrió los ojos a lo que es la visión de lo poético, lo filosófico, lo espacial y lo mágico. Esos conceptos también dejaron en mi una huella particular, que me ayudó muchísimo a encontrar años más tarde mi camino.”

 

Tres años después Alfredo interrumpió sus estudios para realizar un viaje a Europa, en el que visitó Francia, España y Portugal. Durante su estancia hizo rendir al máximo el tiempo, dedicándose a visitar galerías y museos, buscando conocer las nuevas propuestas de los pintores jóvenes y las obras de los grandes maestros. Después de esta enriquecedora experiencia, de regreso en México, en 1964 Alfredo terminó su carrera obteniendo el título oficial de Arquitecto. En 1967 se casó con Hortensia de La Barrera, con quien formó una maravillosa familia que con los años se ha ampliado más allá de sus tres hijos: Alfredo, Ibiza y Adrián. Cuando habla de ellos, incluyendo a sus hijos políticos y a sus nietos, los llama cariñosamente “la tribu”. La carrera de Arquitectura queda en un plano secundario, ya que desde 1969 Castañeda se abocó a pintar. Ese año prepara la obra de su primera exposición en la Galería de Arte Mexicano, en la que presentó óleos, acrílicos, dibujos y collages. Esa fue la primera de tantas exposiciones que ha realizado en la Galería durante los últimos 30 años.

En 1969 tambiénparticipó en la exposición colectiva The Mexican Mystique, en la Galería J. Walter Thompson deNueva york. En 1971 produjo la obra para la primera muestra individual en el extranjero presentada en Lambert Gallery de Los Ángeles, California, EEUU. Al mismo tiempo representó aMéxico en la Exposición Der Geist des Surrealismus, en Colonia, Alemania. Expuso junto con Leonora Carrington, Alberto Gironella y Wolfgang Paalen. En 1972 presenta una importante exposición en el Museo de Arte Moderno en México. Desde entonces su trabajo atraía la atención del espectador, tanto por su fina calidad como por sus temas fantásticos y enigmáticos.

Desde el año 1973 su obra se expone en importantes lugares tales como el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México; en la ciudad de Monterrey, en el Colegio de México, e ilustra varios números de la revista Diálogos. En 1980 viaja a la ciudad de Wilmington, en el estado de Delaware donde reside un año.

En 1981 regresa a la ciudad de Cuernavaca en su país natal y continúa trabajando con la Galería de Arte Mexicano; varias de sus obras son seleccionadas para participar en exposiciones colectivas como la Mexican Masters, The Young Generation llevada a cabo en la Galería Signs de Nueva York.

 

En 1983 comienza a trabajar con la Galería de Mary Anne Martin en Nueva York alternando anualmente con la Galería de Arte Mexicano y exponiendo en otras prestigiosas galerías. En 1991 viaja a Madrid, España, donde traslada su residencia permanente junto a su familia. En 1993 su obra se presenta en la feria ARCO de Madrid, en donde logra destacar por su propuesta temática. Hasta el año 2009 continúa pintando y exponiendo sus obras en México, Nueva York y El Salvador con la señora Rhina Avilés en La Galería Espacio. La obra de Alfredo Castañeda es fina en su detalle y mágica en su expresión.

Su estilo se integra al surrealismo fantástico. Lo suyo son personajes imaginarios que, por lo general, son de edad madura, y cuyas miradas profundas, rodeadas de oscuras ojeras, reflejan misticismo, introversión, experiencia, desvelo, reflexión, melancolía y consternación. El pintor era amante de la lectura de textos místicos que enriquecían su gran imaginación. Alfredo en su obra manifiesta una solemnidad aparente, un humor como ese peculiar humor inglés, un jugar con la realidad sin compromisos y sin seriedad. Alfredo Castañeda fallece en Madrid el 15 de Diciembre de 2010.

catalogoCASTAÑEDA_baja_(1)-48.jpg
bottom of page